Un
perro andaluz es una
pelicula que dura
16 minutos, se compone de varias escenas sin nexos entre ellas, y
cuyo
objetivo es sorprender y producir un choque en el
espectador.
Salvador
Dalí nació
el 11 de mayo de 1904 en Cataluña y
Luís Buñuel
fue
aragones 4 años mayor, ambos
se
conocieron en La Residencia de Estudiantes en Madrid.
La
idea de realizar juntos una pelicula surgió durante una visita de
Buñuel en Cadaqués, en casa de Dalí. El aragones le contó al
catalan sobre un sueño en el que una nube cortaba la luna por
la mitad, como una cuchilla cortando un ojo y
Salvador
añadió que él soñaba con una mano
llena de hormigas. De estas
ideas
nació la pelicula.
Los
artistas necesitaron
seis días para escribir el guión del cortometraje,
con fecha final del día 6 de enero de 1928.
Luís Buñuel
contaba
cómo sucedió ésto:
"Estábamos
en tal simbiosis que no había discusión. Trabajábamos recibiendo
las primeras imágenes que nos venían a la mente y rechazábamos
sistemáticamente todo lo que podía venir de la cultura o de la
educación. Debían ser imágenes que nos sorprendieran y fueran
aceptadas por ambos sin discusión."
Después
de 3 meses empezó el rodaje que duró 15 días y tuvó lugar en
Paris. Todo el proceso de creación de la pelicula fue
financiado por
la madre de Luís. El presupuesto era 25.000 pesetas.
Después
del estreno de "Un perro andaluz", Buñuel fue admitido
oficialmente en circulo de los surrealistas. A pesar de esto, antes
de la emisión, el director, inseguro de la
reacción de los
espectadores,
como era su debut y encima bastante revolucionario, llenó
sus bolsillos de piedras, para usarlas como arma (municion) en caso
de mal recibimiento de su obra.
Originalmente
la pelicula era muda, pero
despues de un tiempo
se le añadió la banda sonora a base de las notas de Buñuel. En
Paris en el año 1960 "un perro andaluz" se estrenó de
nuevo junto
con una orquestra sinfonica en vivo.
Los
protagonistas no tienen nombre. Lo sorprendente es que unos años
después de la pelicula los dos se suicidan.
El
cortometraje
comienza por un hombre (el
mismo Luis
Buñuel)
que corta el ojo de una mujer con una navaja, como las nubes que
cortan la luna llena. Ocho años después, la misma mujer recibe en
su casa a un hombre vestido como criada, cuya mano se llena de
hormigas que asemejan el vello de una axila femenina.
Mientras
tanto, en la calle de enfrente, la gente se acerca a ver una mano
cortada que yace sobre el asfalto, Despues de que el policía se la
lleva una persona de género desconocido queda atropellada por un
coche.
La
mujer y el hombre (ya vestido con un traje) observan
lo sucedido desde
la ventana. Entonces él intenta tocarla, y después de ella
negarse,al
final
le
deja
acariciar sus senos. Sin
embargo, inmediatamente
ella lo rechaza de nuevo y huye de él en la habitación, hasta que
se encuentra atrapada
en un rincón.
El
hombre, queriendo obligarla a ceder, jala hacia el rincón dos
cuerdas
a las que están amarrados un melón, dos pianos de cola, un asno
muerto y dos seminaristas (entre ellos el mismo Salvador
Dalí).
Asustada, la mujer se escapa a la habitación vecina, donde encuentra
acostado al hombre disfrazado como criada, es decir, el hombre que
ella había recibido en su casa al principio.
Al
rededor de las 3:00 de la mañana, el hombre disfrazado es visitado
por otro tipo (su "doble", porque es él mismo), quien lo
regaña por llevar ropa femenina, la tira por la ventana, lo castiga,
lo pega a la pared le hace levantar sus brazos y sobre sus palmas le
pone unos libros, cuando se voltea los libros se convierten en
pistolas que el castigado usa para matar a su doble. Herido, el
hombre cae en un bosque.
En
la habitación, la mujer advierte sobre el muro una mariposa pintada.
Entonces encuentra al hombre que había intentado acariciarla, y que
logra desaparecer sus labios para reemplazarlos con el vello de la
axila de ella.
Enfadada
la mujer sale de la casa que esta vez se encuentra enfrente de la
playa. Ahí, ella se une a un joven al que besa y con quien se pasea
por la playa. Durante el paseo, encuentran sobre la arena la caja
vacía y rota donde se encontraba antes la mano cortada, y la ropa
que había sido arrojada por la ventana.
El
cortometraje termina en primavera, cuando la mujer y el hombre se
encuentran muertos y enterrados en la playa.
Federico
García Lorca
estaba convencido que «el perro andaluz» era él, tal como explicó
el propio Buñuel en 1975.
Cuando
en los años treinta estuve en Nueva York,
Angel
del Rio
me
contó
que Federico, que había estado también por allí, le había dicho:
«Buñuel ha hecho una mierdecita así de pequeñita que se llama Un
perro andaluz; y ese perro andaluz soy yo.»
Luís
negó dicha alusión.
El
director
decía
que consideraba absurdo encontrar explicaciones a Un
perro andaluz,
ya
q
el cortometraje es sólo una expresión de emociones. No se debe por
tanto buscar mensajes racionales en una obra irracional.
Para
terminar, quiero
añadir que
un
diseñador
polaco Wieslaw Walkuski es autor de uno de los
carteles de la obra.
La canción del día:
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